¿Qué lleva a una niña a matar a su madre? En el caso de Gipsy Blancharde la pregunta es todavía más incómoda. Su madre, Dee Dee, era la única persona que se preocupaba por ella, el único pariente cercano y su única amiga. También era la única que la cuidaba constantemente debido a sus múltiples enfermedades. Gypsy tenía leucemia, distrofia muscular, problemas visuales y también un retraso provocado por la enfermedad. Iba en silla de ruedas a todos los sitios, y sin embargo alguien tan indefenso había sido acusado de asesinar a sangre fría a su progenitora.
Cuando la televisión vio a Gypsy no se lo podía creer. Allí estaba esa joven de 19 años que aparentaba 13. Tenía la voz aniñada, el pelo rapado y los brazos llenos de vías para administrar fármacos. Nadie entendía cómo esa persona había matado a la jovial Dee Dee, a la que todo el pueblo quería y había ayudado. Desde que llegaron a Springfield (Missouri) tras sufrir la violencia del Huracán Katrina en su antigua vivienda, todo el mundo se volcó con ellas. También las ONGs. Les dieron una casa, les ayudaban con dinero, hasta pudieron viajar a Disney World.
La acusación de asesinato no era una suposición de los policías, el novio de Gipsy, Nicholas Godejohn, había reconocido sin ruborizarse en el primer interrogatorio que él había cometido el salvaje crimen, pero que era algo consensuado y premeditado con su pareja, a la que había conocido por internet.
"La zorra está muerta"
La primera prueba de que Gipsy y su novio estaban involucrados en el asesinato es el post en la cuenta de Facebook de la primera. "La zorra está muerta" decía un primer mensaje al que siguió uno más escalofriante: “He rajado a esa cerda gorda y he violado a su inocente hijita”. No los posteó ella, sino su pareja, que dijo sin parpadear ante el sheriff que lo había hecho “por mí y por ella”. Cuando llevaron a la niña vieron que podía andar perfectamente, y todo el castillo de naipes creado por su madre durante años se derrumbó.
Dee Dee había engañado a todo el pueblo, pero también a su hija. La había hecho creer desde pequeña que estaba enferma, que no podía moverse, quetenía cáncer y que tenía que comer mediante una sonda. La niña hasta fue operada en varias ocasiones y nunca se le ocurrió pensar que su madre haría algo así, ella sólo quería lo mejor para ella. Sufría lo que se conoce como Síndrome de Münchhausen por poder, una enfermedad mental y una forma de maltrato infantil en el que el cuidador del niño, con frecuencia la madre, inventa síntomas falsos o provoca síntomas reales para que parezca que el niño está enfermo.
se puede decir que la joven Gipsy solo en el fondo manipulo a su novio para poder inculparlo a el y ella quedar como la buena, pero esto lo hizo también para vengarse de su madre.