El asesino del Zodiaco fue un asesino en serie que acechó el norte de California entre diciembre de 1968 y octubre de 1969. En una carta presuntamente suya confesó el asesinato de 37 víctimas, aunque las únicas confirmadas fueron cuatro hombres y tres mujeres. De las mismas, sólo dos sobrevivieron para dar pruebas sobre la identidad del asesino, aún desconocida. Se estimó que el Zodiaco —así era como él mismo se denominaba— tendría entre 20 y 30 años en el momento de sus crímenes; que era blanco, corpulento, de pelo castaño, que tenía conocimiento sobre lenguajes cifrados y poseía una gran inteligencia.
El Zodiaco atacó a las siete víctimas conocidas en Benicia, Vallejo, Lake Berryessa y San Francisco entre diciembre de 1968 y octubre de 1969. Las víctimas fueron cuatro hombres y tres mujeres de edades entre los 16 y 29 años. A finales de 2003 el caso del Zodiaco tuvo un impactante descubrimiento, ya que las huellas de la famosa carta del Zodiaco no coincidían con las huellas de Arthur Leigh Allen, el sospechoso principal del caso, aunque todas las pistas indicaban que era él.
Cartas de un asesino
El Zodiaco fue famoso por enviar cartas a la prensa y a la policía. El 1 de agosto de 1969, tres misivas escritas por la misma mano fueron mandadas al Vallejo Times-Herald, al San Francisco Chronicle y al San Francisco Examiner. El autor exigía que estos periódicos imprimieran un criptograma de tres partes en sus portadas. Combinadas y resueltas, revelarían la identidad del asesino y permitirían que la policía lo atrapara. El asesino dijo a los editores que, si no hacían lo que pedía, las consecuencias serían terribles: más personas morirían.
La última carta enviada a la prensa bajo el nombre de Zodiaco fue recibida en 1974, y a sus cuatro asesinatos oficiales se podrían quizá añadir otros cinco casos. El peculiar modus operandi del Asesino del Zodiaco estaba pensado para confundir a los policías y enaltecer la superioridad de su intelecto. Lamentablemente, ningún sospechoso ha sido condenado y la investigación continúa y desconcierta hasta el día de hoy.
este es uno de los casos que mas sonó en aquellos tiempos. sin embargo, es lamentable que nunca se pudo encontrar al asesino detrás de las cartas.
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